miércoles, 12 de agosto de 2015

Técnicas de maquillaje: Contouring

El contouring es una nueva técnica de maquillaje que está arrasando en todo el mundo, ya que estrellas como Kim Kardashian o Jennifer López han popularizado su uso en los últimos años.

Pero, ¿en qué consiste exactamente el contouring? Esta técnica consigue resaltar las mejores facciones de nuestra cara utilizando luces y sombras que permiten por ejemplo resaltar la nariz y los pómulos o mostrar un rostro más alargado de lo que es en realidad. Para ello es necesaria una base de maquillaje, sombra de ojos y polvos de sol que, combinados, logran que alcancemos los efectos deseados.

sombra de ojos

Tan sólo jugando con el maquillaje oscuro y el iluminador se pueden crear relieves en el rostro y ocultar otros defectos que no queremos que se noten. Desde CEDECO no recomendamos que se utilice este tipo de maquillaje todos los días, debido al tiempo que ocupa esta técnica, aunque algunas celebrities como la propia Kim Kardashian no salen de casa sin realizarse un contouring completo, tal y como hemos podido comprobar desde sus redes sociales, donde ha ido colgado fotos del proceso.

El primer paso para realizar un maquillaje de contouring efectivo consiste en identificar qué tipo de rostro tienes. De esta manera podrás realizar un maquillaje que sea acorde con tus rasgos. En general las caras pueden identificarse de la siguiente forma:

  • Rostro redondo: El largo y el ancho es el mismo, tienes mandíbula fina y una frente muy proporcionada. Con los polvos claros se iluminan la nariz, debajo de los ojos y la barbilla, lo cual crea la impresión de una cara más larga. Con polvos más oscuros se marca el hueco de las mejillas de forma diagonal. Por último se difumina hacia fuera del rostro.
  • Rostro ovalado: Tienes un rostro más largo que ancho. Hay que equilibrar las facciones de la cara. Se ilumina debajo de la barbilla y debajo de la nariz. Luego se contornea con un tono más oscuro el hueco de las mejillas y línea de la mandíbula. Por último, difuminar hacia afuera como en el anterior caso.
  • Rostro cuadrado: Las sienes, las mejillas y la mandíbula conforman una línea recta y tienen la misma anchura. Para este tipo de rostro hay que iluminar la línea central del rostro creando la ilusión de una cara más larga y menos angulosa. Luego se contornea debajo de las mejillas y la línea de la mandíbula y por último se difumina como siempre.
  • Rostro de corazón: Tienes las sienes más anchas y van afinando hacia una barbilla más fina. En estos rostros intentamos equilibrar la parte inferior con la parte superior. Se empieza iluminando debajo de los ojos y la línea de la mandíbula. Después se esculpe aplicando un tono más oscuro en la parte superior de la frente, siguiendo la línea de nacimiento del pelo. Como es habitual, se acaba con el importante paso del difuminado.


El contouring se puede aplicar tanto de día como de noche, aunque es necesario escoger productos adecuados para cada hora. Por la noche, por ejemplo, es recomendable potenciarlo con unos polvos más brillantes.


No es necesario ser una profesional para poder aplicar esta técnica, aunque sí es recomendable practicar bastante, para ello recomendamos que acudas a una academia de estética para realizar algún cursillo de iniciación que te ayude a mejorar la técnica. Analiza tus propias facciones y comienza aplicando poca cantidad de maquillaje, ya que siempre podrás añadir más después.